El paisaje agro-forestal del valle del Riudebitlles conforma un bonito e interesante mosaico donde se alternan los bosques, los campos de cereales, los viñedos y los pequeños núcleos rurales de una forma dulce y armónica.
La influencia del río nos marca la orografía, las humedades, la dirección del viento y, por supuesto, los tipos de suelos de la finca.